Las infecciones urinarias afectan a una de cada dos mujeres*. Son especialmente dolorosas e molestas, y tienen una desafortunada tendencia a reaparecer. ¿Qué soluciones naturales existen para eliminarlas y recuperar la comodidad urinaria? Descubra nuestros consejos.
Las infecciones urinarias son infecciones bacterianas que pueden afectar a una o varias partes del aparato urinario: los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra.
Suelen manifestarse con dolor y sensación de ardor durante la micción (emisión de orina), ganas constantes de orinar con poca cantidad de orina evacuada cada vez, orina a veces turbia y/o maloliente e incluso ligeros sangrados en la orina.
La infección urinaria más frecuente es la cistitis. En la mayoría de los casos no reviste gravedad y se debe a una inflamación de la vejiga.
Se dice que las infecciones urinarias son “recurrentes” cuando son anormalmente frecuentes, es decir, al menos cuatro episodios al año.
Afortunadamente, existen soluciones naturales para aliviar estas molestias, limitar las recaídas y recuperar la comodidad urinaria.
No obstante, la opinión médica es indispensable en caso de embarazo, fiebre o dolores lumbares, que pueden ser un signo de una infección renal (pielonefritis). También es aconsejable consultar a un médico si los síntomas persisten durante más de dos días.
Las infecciones urinarias afectan más a las mujeres que a los hombres. De hecho, entre el 40 y el 50% de las mujeres han tenido al menos una infección urinaria a lo largo de su vida. Las mujeres menopáusicas suelen ser más propensas a las infecciones urinarias que las demás. En este caso, se habla de cistalgia, caracterizada por dolor pero sin infección bacteriana.
Esto se explica principalmente por razones anatómicas: en las mujeres, el tracto genital y el ano (donde están presentes las bacterias de la flora intestinal) están más cerca de la uretra, el pequeño tubo muscular que transporta la orina a la vejiga. Por tanto, los gérmenes intestinales llegan más fácilmente a la vejiga, y la contaminación se produce por simple proximidad. La bacteria Escherichia coli (E. coli) es el patógeno más frecuentemente responsable de este tipo de infecciones (80% de los casos).
Algunas plantas son interesantes para reducir el riesgo de infecciones urinarias recurrentes. Es el caso del brezo, una planta diurética que se recomienda regularmente en caso de cistitis. Su eficacia se debe a sus flores, ricas en ácido ursólico. El brezo también contiene arbutósido, con propiedades antisépticas, así como flavonoides que favorecen la eliminación de la orina.
Otro aliado importante es la D-manosa, un hidrato de carbono que ha demostrado su interés en el tratamiento y la prevención de la cistitis recurrente. Natural y de origen vegetal, impide que la bacteria Escherichia coli (E. coli) se adhiera a las células de las paredes de la vejiga y de las vías urinarias, y ayuda a desprender las ya adheridas para neutralizarlas en la vejiga.
¿Dónde se pueden encontrar estos principios activos beneficiosos? En algunos complementos alimenticios como CYSTICALM del Laboratorio Lescuyer. Recientemente reformulada, esta solución natural concentra principios activos de alta calidad como el brezo, la D-manosa y la vitamina C, así como zinc y cobre, dos minerales rigurosamente seleccionados por su papel beneficioso sobre el sistema inmunitario. En forma de stick para diluir en agua (ideal para facilitar la micción), CYSTICALM ayuda a recuperar una buena calidad de vida y una auténtica comodidad urinaria.
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